lunes, 18 de diciembre de 2023

Second Movement-Blind Man´s Mirror (1976)

Second Movement fueron una de esas extrañas y oscuras bandas de culto de principios de los 70 que se negaron a abandonar por completo la psicodelia de los 60 y el hard rock de principios de los 70, pero que siempre estuvieron influenciados por el pomposo y complejo sonido de los teclados barrocos y las estructuras sinfónicas.
Sus comienzos que se remontan a 1971 en Coburg, Alemania y son a menudo etiquetados como Krautrock. La música de un primer mini LP tiene como hilo conductor un sinfonismo definido dentro de sus dos canciones “Fool's Dance'” y “'Rainbow”'. A esto siguió un álbum completo que se atribuyen al género progresivo, titulado "Blind Man's Mirror", con un repertorio de temas que superan los 9 minutos de duración.
La columna vertebral de la banda la forma el excelente teclista Siggi Zeidler, el cantante Harald Kesselhack, el cual recuerda por su timbre de voz a Greg Lake (con un registro más bajo). Y por último, pero no menos importante, los brillantes solos de guitarra acústica de Thomas Möck que crea atmósferas místicas y flashbacks flamencos mezclados con frenéticos pasajes distorsionados de guitarra eléctrica, todos ellos unos músicos simplemente excepcionales.
“Blind Man´s Mirrors” comienza con “Strange Shore”, una introducción impresionante en donde Manni Greiner (bajo) y Matthias Helk (batería) toman la iniciativa, con un desarrollo exuberante de solos de guitarra y pasajes de jazz y sonidos ambient, una perfecta combinación de géneros, estilos y estados de ánimo.
La siguiente “Blind Man's Mirror” es una mini epopeya de 12 minutos que comienza con toda la banda tocando una sección musical fluida con teclados exuberantes, percusión frenética y una guitarra acústica, 12 minutos de puro prog rock con claras tendencias sinfónicas, mientras “Shangai” es un festival de sonidos con guitarras pesadas combinadas con exuberantes pasajes de teclado claramente inspirados en Rick Wakeman. “Back in Town” es otra canción larga (9,05 minutos), pero por primera vez adoptan por completo un estilo sinfónico puro, para cerrar este extraordinario álbum la misteriosa “Different Autumn”, que es la guinda del pastel, que va desde secciones folklóricas medievales hasta pasajes vibrantes y pesados, todo realzado por un órgano barroco que los mantiene en territorio sinfónico.
Cabe destacar que solo se imprimieron 700 copias de este álbum, y fue seguido en 1981 por su segundo álbum "Movements", que fue un sutil cambio estilístico despojándose del lado progresivo sinfónico para adoptar un sonido más convencional prog de los 80, pero igualmente de brillante resultado.