En 1980 Nazareth estaban sumergidos en los sonidos típicos del rock melódico de manera abrumadora, y ello se vio refrendado en su undécimo álbum “Malice In Wonderland”. Para este nuevo disco la formación no había variado desde el anterior “No Mean City”, estando conformada por Dan McCafferty, Zal Cleminson, Darrell Sweet, Manny Charlton y Pete Agnew, por lo tanto se habían afianzado en la configuración de quinteto con la entrada del guitarrista Cleminson un año antes. “Malice in Wonderland” pese a estar encuadrado como uno de sus trabajos enfocados al AOR, en realidad dista mucho del estilo habitual de la época, ellos se caracterizaron por un sonido original con diferentes matices musicales, los cuales fusionaban con su peculiar hard rock, mostrando un sonido muy atractivo y de enorme calidad. Desde la inicial y tremendamente comercial “Holiday”, pasando por las poderosas “Turning a New Leaf” o “Showdown At The Border”, las adictivas “Talkin´on One of The Boys” o “Fats Cars” y las melódicas y atractivas “Ship Of Dreams”, “Heart´s Grown Cold” o “Fallen Angel”, los escoceses dejaron un álbum con el cual seguían permaneciendo en la cúspide del hard rock y su status de gran banda intacta.