Que decir de un álbum que merece seis estrellas en una escala de cinco, el cual ha derramado tantos elogios unánimes durante décadas, incluso y tratando de ser lo mas objetivo posible, huyendo de mi preferencias por esta banda, hemos intentando buscarle un solo defecto, pero no existe ninguno. Es difícil por no decir imposible encontrar fisuras cuando uno se enfrenta a 40 minutos de absoluta música magistral, en donde las voces altísimas y inconmensurables, una guitarra ardiente y apoteósica, un órgano Hammond retumbante y pletórico y una de las secciones rítmicas mas poderosas que uno haya escuchado jamás, convierten a este “Machine Head” en todo un clásico de la música rock, uno de esos registros que solo lo graban una banda de cada millón.
Grabado durante una época en donde Deep Purple estaban a punto de desmembrarse debido a las enormes tensiones y los egos de cada uno de sus miembros, consiguieron con esta obra, la cima absoluta musicalmente, gracias a la enorme creatividad y el cenit instrumental logrado aquí.
“Machine Head” es sin duda uno de los mejores álbumes de guitarra de todos los tiempos, y no solo por contener la madre de todos los riffs con el inmortal “Smoke On The Water”, sin duda el tema mas famoso del rock de todos los tiempos, si no también por los duelos antológicos entre el poderoso e inquietante órgano Hammond de Jon Lord y la afilada guitarra de Ritchie Blackmore durante todos y cada uno de los cortes del disco. Pero al mismo tiempo las estructuras de las canciones son mucho mas intrincadas de lo que parece, con una gran interacción entre todos los instrumentos y al mismo tiempo parecen espontáneas.
Todo ello se ve reflejado en la inicial e incendiaria “Highway Star”, todo un clásico del grupo con ese histérico ritmo, la cual para muchos fue el arquetipo del speed metal, o en la soberbia y progresiva “Space Truckin”, mientras que “Lazy” muestra la faceta experimental y jazzistica del grupo, entretanto “Mayble I´m A Leo y “Pictures Of Home”, son cortes que ponen el momento sobrio a un álbum tan frenético como admirable de principio a fin.
Si con el disco “In Rock” se habían ubicado en el mapa mundial del heavy rock y con el siguiente “Fireball” llegarían a la confirmación definitiva, con “Machine Head”, les encumbrarían como verdaderas estrellas a nivel mundial, y que con el siguiente “Made In Japan” les situaría en la cúspide absoluta de la música rock en la década de los 70.