Este es uno de los álbumes del sonido de Canterbury por excelencia, superando ligeramente a otras obras tan magnas como "In the Land of Grey and Pink" de Caravan o "Rotter's Club" de Hatfield and The North por poner solo dos ejemplos.
Pese a su corta duración (treinta y tres minutos ), este álbum tuvo un gran impacto en la época, con diecisiete temas vertiginosos. Publicado en 1969, “Vol. II” es un poco menos pop y más complejo que su predecesor, el impactante debut “The Soft Machine” (1968), y pese a que en este nuevo trabajo ya no aparece uno de sus máximos exponentes como era Kevin Ayers, francamente no se le echa de menos aquí.
El álbum cambia sin esfuerzo (y con bastante rapidez) entre cortes divertidos de pop como "Hulloder", "As Long as He Lies Perfectly Still" y "Pig" y piezas bastante mas complejas de jazz-rock (aunque no de fusión), como "Hibou, Anemone and Bear" y el free-jazz de "Out of Tunes". El álbum se divide en dos caras bien diferenciadas; El lado A está escrito principalmente por el bajista Hugh Hopper y arreglado por Robert Wyatt. El lado B es totalmente escrito por el teclista Mike Ratledge. Así pues mientras esta segunda cara está mucho más orientada al jazz y con un estilo abstracto, lo que es sorprendente dado el trabajo posterior de Hopper. El Lado A, esta más orientado pop, al mismo tiempo que es mucho mas accesible, sin embargo ambas caras muestran momentos increíbles y de enorme calidad. Wyatt, aunque chirriante a veces, esta impecable aquí: su entrega descuidada, entrecortada y ligeramente aguda encaja perfectamente con la música caprichosa. Este álbum también supuso la primera vez que The Soft Machine usaría una sección de vientos en una de sus grabaciones con un brillante resultado.
En definitiva “Vol II” es la cúspide de la variada e ilustre carrera de Soft Machine, una mezcla perfecta y suave de jazz, psicodélica, pop y rock.