Tuvieron que pasar ocho años y innumerables cambios de formación para que la banda suiza Krokus tuviera el reconocimiento y el éxito masivo dentro del panorama del heavy metal y el hard rock mundial. Si en sus primeros discos la banda se movía por terrenos pantanosos que navegaban entre el rock con influencias progresivas y el hard rock, seria a partir de 1980 con los álbumes “Metal Rendez-Vous”, “Hardware” (1981) y sobre todo “One Vice At A Time” de varios años después, cuando lograrían su gloria y su época de mayor creatividad. Para entonces la banda tenia un nuevo vocalista, Marc Storace, quien fue un pilar fundamental en el cambio de estilo de la banda. En 1983 llegaba “Headhunter”, el séptimo trabajo de los suizos, en donde además de Storace se encontraban los guitarristas Fernando Von Arb y Mark Kohler, el bajista Chris Von Rohr y el baterista Steve Pace, una formación casi totalmente diferente a la que grabaría su debut “Krokus” en 1976, con la salvedad de Von Rohr, el único miembro fundador que aún permanecía en la banda.
En “Headhunter”, Krokus mostraba un estilo heredero del mejor heavy metal de los 80, con un sonido que los emparentaba con bandas como Judas Priest como queda demostrado en la inicial y acelerada “Headhunter” o en la rítmica “Ready To Burn”, mientras el hard rock al mas puro estilo de la banda australiana AC/DC, estaban presentes en “Stayed And All Night” y “Stand and Be Counted”, por otro lado “Screaming In The Night” es el momento cumbre con una soberbia composición entre la power ballad y el hard rock con tintes épicos y progresivos. Este álbum junto con los mencionados “Metal Rendez-Vous”, “Hardware” y “One Vice At Time”, los colocaron en la cúspide del heavy metal mundial, con un gran impacto mediático en Europa y los Estados Unidos durante mediados la primera mitad de la década de los ochenta.