Tras dos discos que fueron vapuleados por la prensa y por sus fans, “Heaven's Open” y "Tubular Bells II ”, en 1994 Mike Oldfield acepta la propuesta del director de la Warner Robert Dickins para componer un álbum basado en la ciencia ficción y en este caso en particular, tomar como base la novela del escritor Arthur C.Clarke “Las canciones de la Tierra distante”. Ya antes Mike Oldfield había introducido en el anterior y mencionado “Tubular Bells II”, un pequeño fragmento de una novela de Clarke llamada “Sentinel”, mas tarde incluso esta se utilizaría como base a Stanley Kubrick para su obra “2001 Una Odisea en el Espacio”. Sin embargo la música contenida en este álbum combina algunos pasajes del libro con otros que no pertenecen a dicha obra, y aunque logra una cierta homogeneidad musical en el resultado final, con un trabajo en muchas partes realmente soberbio, también es cierto que fue criticado por algunos sectores por su abundante exceso de la electrónica. Y es que para ello Oldfield apostaría por sonidos construidos a base de teclados, samplers pregrabados y computadoras, los cuales tiene gran parte del predominio en la música aquí grabada, pero sin dejar de lado sus habituales sonidos de guitarras y ese toque tan sutil con su estilo inconfundible.
El álbum al completo esta estructurado a modo de inmensa suite con cascadas de teclados etéreos y melodías atractivas, todo ello espolvoreado con unas guitarras transparentes interpretadas de manera sobresaliente. Finalmente aunque la recepción inicial del fue algo fría por parte de los fans, con el tiempo se convertiría en una de las obras mas importantes del músico británico, al mismo tiempo que uno de sus álbumes mas exitosos comercialmente.