Cuando Camel publicaron su álbum debut, lo hicieron justo el año de mayor auge y creatividad del rock progresivo, por lo que su propuesta pasaría inadvertida para la gran mayoría de los seguidores del genero, mas enfocados en escuchar las docenas de bandas mas punteras ya consolidadas que por aquella época existían. Ese año precisamente también seria el año de algunas de las obras cumbres del genero como “The Dark Side Of The Moon” de Pink Floyd, “Tales From Topographic Oceans” de Yes, “Tubular Bells” de Mike Oldfield”, “Brain Salad Surgery” de Emerson, Lake and Palmer” o “Selling England By The Pound” de Genesis, por poner solo algunos ejemplos del amplio arsenal de discos publicados en 1973. En medio de esta vorágine de publicaciones no es de extrañar que el primer álbum de Camel no fuera tomado muy en serio por una gran parte de la comunidad progresiva.
En este primer disco titulado homónimamente, la banda estaba compuesta por su formación mas clásica, o por lo menos la que luego grabaría sus obras maestras (“Mirage”, “The Snow Goose” y “Moonmadness”), ellos eran el guitarrista y voces Andrew Latimer, el teclista Peter Bardens, el batería Andy Ward y el bajista Doug Ferguson. Grabado durante los meses centrales de 1972, seria publicado en febrero de 1973 bajo el sello MCA, supuso un muy buen punto de partida a su propuesta progresiva, algo diferente al resto de sus competidores coetáneos, en donde las influencias del blues, el jazz, la música clásica y su estilo personal le otorgan un estilo único y diferente. Sin embargo y pese a todo, muestran cierto desequilibrio musical, algo obvio si tenemos en cuenta que aún eran noveles y esta era su carta de presentación. Entre lo mas destacado de este primer trabajo, están la melódica “Slow Yourserf Down” en donde ya muestra el duelo entre guitarra y teclados que será el ADN de Camel en adelante o uno de sus temas clásicos como es “Never Let Go”, una pieza que define a la perfección el estilo de la banda, el resto esta compuesto por temas menores que sin embargo atraen la atención del oyente como la instrumental “Arubaluba”, la atmosférica “Curiosity” o la pegadiza “Separation”.