Por una vez y sin que sirva de precedente, reseñamos dos álbumes seguidos de una misma banda, esta vez le toca el turno a “To Our Children´s Children´s Children”, de The Moody Blues, publicado varios años antes que “Every Good Boy Deserves Favour” (1971), comentado en el post anterior.
Un álbum que por su complejidad y su enorme perfeccionismo, fue incomprendido por el gran publico, siendo uno de sus trabajos mas difíciles y menos accesibles.
Sin embargo aquí la banda sigue mostrando su gran faceta melódica y su afán por la pulcritud instrumental pero con ciertas dosis de rock psicodélico y poderoso rock (en algunos momentos incluso nos recuerdan al primer álbum de King Crimson), algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que aquí participan algunos de los mismos ingenieros de sonido.
Concebido a modo conceptual, con la temática de fondo del contrasentido que supone el progreso de las investigaciones espaciales y al mismo tiempo el daño y la negligencia con nuestro ámbito natural y el medio ambiente.
Lo tremendamente pretencioso de este álbum por su complejísima instrumentación dio como resultado que fuera prácticamente imposible ser interpretado en vivo, hecho este que lastraría sus ventas al no ser debidamente promocionado. Con un comienzo extraño de voces y sonidos envolventes se inicia la trepidante y enérgica “Higher And Higher” que da paso a las melódicas “Eyes Of A Child I” y “Floating”, que son la antesala de las cortas “Eyes Of A Child II” y “I Never Thought I´d Live To Be A Hundred”, en una secuencia seguida de canciones que obedecen al lógico patrón temático del álbum. De aquí en adelante destacan dos de sus grandes composiciones, la adictiva “Gypsy” y la solemne “Watching And Warning”, a la que sigue la tremenda “Eternity Road”, para acabar con la pastoral “I Never Thought I´d Live To Be A Million”.