"Another Sleeper" y "Cape Wrath" son dos fantásticos álbumes de jazz funk editados en los años setenta por el sello progresivo británico Harvest, una subsidiaria de Emi-Odeon. Firmado por los músicos Max Middleton, Robert Ahwai, Dick Morrissey y Jim Mullen. Aunque para la gran mayoría de seguidores del genero del funk-jazz es algo exclusivo de músicos norteamericanos como George Benson, Bob James o The Crusaders, algo que por otro lado es cierto, no debemos olvidar que en Gran Bretaña a finales de la década de los setenta también hubo una pujante escena de jazz-funk, que fue liderada por bandas como Shakatak y Level 42. Estos dos lanzamientos son de los mejores discos del género realizados en Gran Bretaña, con un sonido encantador y romántico de West Coast sound, aunque con la sensibilidad pop que los británicos sabían darle. En gran parte de la música de "Another Sleeper", particularmente en los ritmos fluidos de "Dance by the Light of the Moon" de Robert Ahwai y "Partial Eclipse / Total Madness" de Max Middleton, el piano Fender Rhodes y los exuberantes arreglos de cuerdas se combinan con unos efectos relajantes y hermosamente embaucadores. "Another Sleeper" está asociado con "Cape Wrath", el segundo álbum de Morrissey & Mullen, que se convirtió en uno de los grupos de jazz-funk más exitosos del Reino Unido en la década de 1980. "Cape Wrath" también se grabó para el sello discográfico Harvest de EMI y contó con muchos de los músicos que habían aparecido en "Another Sleeper", incluidos Max Middleton y Robert Ahwai, lo que ayudó a dar una gran consistencia y equilibrios instrumentales y con un peculiar estilo en ambos álbumes.
Junto a las composiciones originales del saxofonista Dick Morrissey; "Return to Tooting Broadway" y "Cape Wrath" o "Night Song" del guitarrista Jim Mullen, también incluyeron versiones soul como "Lovely Day" de Bill Withers o el jazz "Soul Eyes" de Mal Waldron.
Estos trabajos demostraron que en el mejor de los casos, el jazz-funk británico se podía equiparar fácilmente al jazz estadounidense y de hecho, tenía su propia identidad y un sonido único y particular.