Cuando a mediados de los 80 salto a la palestra que dos de los grandes héroes de la guitarra progresiva como Steve Howe y Steve Hackett se unirían para formar una banda, nadie hubiera imaginado que tal combinación “prog” tuviera como resultado, uno de los mayores éxitos comerciales de la década, al mismo tiempo que una propuesta musical elegante y acertadamente valida para los años que corrían.
A pesar de las dudas generadas cuando se tuvo noticia de esa reunión, siguieron adelante contra viento y marea y formaron un equipo para grabar un álbum y desafiar astutamente la delgada línea entre la melodía comercial y la sofisticación de ambos guitarristas.
Howe ya había demostrado su capacidad para hacer algo similar con Asia en 1982 y 1983 con sus dos primeros álbumes y había sido el ejemplo perfecto a seguir; este grupo había combinado el talento de cuatro gigantes del rock progresivo de los 70 para hacer lo que ellos hicieron, con melodías pegadizas, grandes composiciones y la dosis comercial justa y necesaria.
Pero Hackett estaba a otro nivel, ya que desde su salida de Genesis había lanzado una serie de discos muy enfocados en los sonidos muy poco comerciales y alejados de las masas del rock mas accesible.
El resultado fue el primer y único trabajo de una formación que llamarían GTR, y que fue formada además de Hackett y Howe por el baterista Jonathan Mover (ex-Marillion), el bajista Phil Spalding (ex-Mike Oldfield) y el cantante Max Bacon, así como Geoff Downes, quien fue el productor y compositor de "The Hunter" y Brain Lane, gerente de Yes, como asesor musical de la banda.
Este disco único y sorprendente tiene un estilo que combina matices del rock progresivo y del hard rock enmarcado dentro del AOR, contiene algunas canciones que fueron un éxito abrumador en muchos países como en Estados Unidos, donde "When The Hear Rules The Mind” o “The Hunter”, estuvieron varios meses entre los primeros puestos de las listas de éxitos.
Sin embargo, la versatilidad de Hackett y Howe se manifestó con otras canciones memorables como el rock melódico "Here I Wait", el progresivo "Jekyll and Hyde", el AOR "You Can Still Get Through" o la épica sinfónica y quizás la mejor composición del álbum "Imagining".