Aunque pueda parecer extraño, fue la apacible campiña inglesa de Herfordshire la que vio nacer y madurar al grupo mas importante para el desarrollo del clásico sonido del hard rock. No es necesario ser un adicto al genero para reconocer a Deep Purple una supremacía que ha durado casi cincuenta años.
En 1970 publicaron su cuarto álbum "Deep Purple In Rock", el disco que los convirtió en una verdadera institución del hard rock; la simplicidad de los riffs, unido a unas melodías lineales, pero de rara potencia y una técnica envidiable, les hicieron ascender hasta cotas inimaginables, con ventas millonarias y las tranquilas listas pop se veían sacudidas por el heavy metal "Black Night", un verdadero ciclón sonoro que revoluciono este genero.
Deep Purple despliega aquí un arsenal de contundencia, energía y rabia pero con aportaciones psicodélicas y progresivas de los teclados de Jon Lord, un disco repleto de clásicos como la desgarradora "Speed King", la robusta "Bloodsucker" o la progresiva y virtuosa "Child in Time".
Sin embargo este éxito rotundo es la antesala de los primeros problemas del ego de sus componentes, todos ellos virtuosos instrumentistas y talentosos músicos, una lucha por las difíciles y chocantes personalidades de sus miembros, sobre todo por Blackmore, un personaje tan extremadamente esquivo como difícil de manejar y con un carácter intratable.
Sin embargo será el quien ponga el talento para las posteriores obras que vendrían en los siguientes años, algunas de ellas catalogadas como verdaderas obras maestras del rock.