A finales de la década de los ochenta, muchos ya consideraban a la mítica banda escocesa Nazareth como un gigante dinosaurio.
Ellos habían protagonizado memorables momentos del hard rock de los setenta, habían sobrevivido exitosamente a la era punk, la new wave y los sonidos de los años 80, habían caído al pozo del olvido y habían vuelto a renacer en varias ocasiones, por lo tanto llegados a este punto estaban curados de espantos.
En 1989 Nazareth venia de hacer un álbum que los había puesto en órbita después de algunos fracasos, como fue su enorme "Cinema", por lo que volvieron a probar fortuna con un nuevo trabajo titulado "Snakes´n´Ladders".
Para este nuevo disco la banda endurece su inconfundible estilo, en parte producto de las decisiones de su productor Joey Balin, y en donde ya desde el primer corte "We Are Animals" se puede observar, aunque en la línea del característico sonido "Nazareth", de igual manera temas como "Trouble" o "See You" See Me", confirman esa tendencia, ambas de gran intensidad, fuerza y poderío. La elegante "Lady Luck" o la comercial "The Key", pese a ser grandes composiciones están demasiadas sobre producidas debido a los excesivos arreglos habituales de los años ochenta, mientras la atmosférica y adictiva "Hang On to A Dream", deja entrever un sonido derivado al metal pop muy de moda en aquellos años, en contra son la rock "Donna-Get Off That Crack" y "Back to School", las que mantienen un nivel muy aceptable la puntuación final de este interesante álbum.
En 1989 Nazareth venia de hacer un álbum que los había puesto en órbita después de algunos fracasos, como fue su enorme "Cinema", por lo que volvieron a probar fortuna con un nuevo trabajo titulado "Snakes´n´Ladders".
Para este nuevo disco la banda endurece su inconfundible estilo, en parte producto de las decisiones de su productor Joey Balin, y en donde ya desde el primer corte "We Are Animals" se puede observar, aunque en la línea del característico sonido "Nazareth", de igual manera temas como "Trouble" o "See You" See Me", confirman esa tendencia, ambas de gran intensidad, fuerza y poderío. La elegante "Lady Luck" o la comercial "The Key", pese a ser grandes composiciones están demasiadas sobre producidas debido a los excesivos arreglos habituales de los años ochenta, mientras la atmosférica y adictiva "Hang On to A Dream", deja entrever un sonido derivado al metal pop muy de moda en aquellos años, en contra son la rock "Donna-Get Off That Crack" y "Back to School", las que mantienen un nivel muy aceptable la puntuación final de este interesante álbum.