"Power Windows" significaría uno de los mejores discos de Rush de la década de los ochenta, muy valorado tanto por la critica como por los fans del grupo y también seria el primer trabajo con el productor Peter Collins. Publicado en 1985 y quizás influenciados por este hecho, el álbum incluye más teclados y sintetizadores a su sonido característico.
Además Neil Peart añade a su set de percusión habitual, la batería electrónica, lo que le abre nuevas posibilidades en su trabajo y esto se nota a lo largo de todo el disco. Pero sobre todo se aprecia al final, en el ritmo de la fantástica "Mystic rythms", donde uno llega a preguntarse si este hombre es realmente humano. La respuesta llega cuando lo ves en directo interpretar dicho tema, y reproducir la secuencia de percusión de manera perfecta, la versión original del álbum.
Sin embargo quizás se sigue echando en falta una mayor presencia de Alex Lifeson y sus guitarras. Su aportación queda en una mera presencia testimonial, no solo por lo poco que aparece en el disco, sino porque cuando lo hace, es a base de dar a su guitarra un sonido que en nada se parece a una guitarra de rock convencional.
El álbum se inicia con "Big money" y "Grand designs", y a partir de ese momento la calidad de las canciones va creciendo de forma gradualmente espectacular con "Manhattan project", sobre el proyecto que dio lugar a la primera bomba atómica y "Marathon" sobre esta carrera sobrehumana contra uno mismo.
Continúa el disco con "Territories" y los problemas que trae el nacionalismo a la humanidad y con "Middletown dreams", continuación de la temática del "Subdivisions", en cuanto al tratar el tema del ser humano atrapado en una realidad y una rutina que le oprime y su intento de escapar aunque sea sólo soñando.
El álbum se cierra con "Emotion detector" y las dificultades de convivir en sociedad y relacionarnos con los demás de forma natural y con la mencionada "Mystic rythms".