Julie Driscoll fue una cantante muy influenciada por el rhythm and blues y el jazz, géneros en cierto modo minoritarios o muy estilistas a nivel comercial y muy probablemente aún mas difíciles para una mujer en los sesenta, que a veces estaba supeditada de alguna manera para llegar a los rankings mayoritarios con temas como "Road To Cairo" o "Take Me To The Water".
Ella era una cantante con grandes sentimientos arraigados, con una tonalidad vocal de fuerte acento, que mas se parecía a una voz negra que a una blanca. Con ella la música pop obtuvo una de las mas fascinantes y singulares cantantes de toda su historia.
Pero hablar de Julie Driscoll es hablar de Brian Auger, sus carreras corrían en paralelo hasta 1969, año en que ambos se separaron. Juntos sin embargo y con el grupo Trinity llegaron a crear una fuerte unión musical.
Durante un tiempo fueron la mejor agrupación que jamás existió en ese estilo, la voz de Julie, el órgano magistral de Auger y el magnetismo de la banda crearon obras sumamente importantes, principalmente un doble album, catalogado hoy en día como una obra maestra absoluta; "Streetnoise" (1969), el cual es sin duda alguna el trabajo en donde mejor se puede catalogar o descubrir los genios de ambos artistas.
En este album, Driscoll alcanza la madurez inigualable con poesías llenas de humanidad, tristeza, dolor, respeto y gentileza que se manifiestan en magnificas canciones como "When I Was a Young Girl" o en la magistral "Checoslovaquia".
El album contiene una amalgama selección de estilos que van desde el jazz al gospel, pero sin renunciar al rock, con guiños al soul e incluso a experimentales sonidos progresivos.
Compuesto por temas originales y versiones de grandes como The Doors, Richie Havens, Nina Simone o Miles Davis, conforman un disco complejo pero sorprendente y único.