Vanilla Fudge la constituían cuatro auténticos líderes, cuatro músicos en plena formación, en pleno desenvolvimiento de sus facultades, y estas se desarrollaron al máximo durante los cuatro años en los que fueron uno de los centros vitales de todo un amplio sector de los Estados Unidos, un área que ellos no solo dominaban a placer, sino también que llegaron a influenciar a toda la música que se produjo en gran parte del país.
El bajista Tim Bogert y el tecladista Mark Stein, unos músicos ya consagrados por la época, fueron los impulsores de Vanilla Fudge, ambos habían abandonado el grupo a quienes pertenecían y decidieron formar una banda para la cual reclutaron al guitarrista Vinnie Martell y al batería Carmine Appice.
Tanto Martell como Appice ya eran expertos instrumentistas y tenían tras de si mucha experiencia y un gran reconocimiento a un alto nivel
Con semejante plantel en plena creatividad era difícil que fallaran y su primer album publicado en 1967 "Vanilla Fudge", sorprende a medio mundo , por su música violenta, expresiva y expansiva. Un torrente multicolor lleno de fantasías de vitalidad que desborda en un caudal de notas aparentemente incontroladas.
En plena efervescencia aparecería el segundo album "Beat Goes On" (1968), en donde vuelven a expresar su explosión sonora, y luego vendrían los álbumes "Renaissance" (1968) y "Near The Beginning" (1969), en el cual aparece una sinfonía barroca repleta de fuerza que dura 24 minutos en una cara del disco.
Con su quinto LP "Rock & Roll", vuelven a conquistar la cima, pero entonces e imprevistamente se termina Vanilla Fudge, el grupo se termina disolviendo, para dos de sus integrantes fundar Cactus (Bogert y Appice), quedando para la posteridad unos álbumes totalmente revolucionarios y una de las mejores y mas completas obras de la década de los sesenta.
